Un cambio negativo en materia de seguridad es lo que perciben los habitantes de Punta Arenas en los últimos años. Prácticas habituales como dejar el auto abierto sin riesgo han quedado en el pasado, y la sensación de inseguridad crece entre la población.
Diversos vecinos han manifestado su inquietud. Ingrid Soto, habitante de la ciudad, señaló: "Hay autos tuning, hay peleas con armas blancas. Está muy mal, tiene que haber más vigilancia, porque Punta Arenas ya no es como antes. Deberían legislar para que las leyes sean más rigurosas, porque ahora existe mucha 'puerta giratoria'", en referencia a la percepción de impunidad en el sistema judicial.
En la misma línea, Fernanda Mardones expresó: "Ya vimos que todos los fines de semana pasan cosas afuera de las discotecas, hay choques, gente conduciendo ebria. La seguridad, al final, no está funcionando para nada".
Aunque un estudio de 2023 posicionó a Punta Arenas como la ciudad más segura del país, registrando un 2,8% de delitos violentos, 2,4% de robos, 0,8% de hurtos y 5,5% de delitos económicos, la percepción ciudadana muestra una preocupación creciente. Especialmente relevante es el dato de violencia intrafamiliar, con un 56,6%.
Eric Bahamondes, otro vecino, opinó: "Falta más control de las autoridades, no se puede apelar siempre al criterio de las personas. Claramente, las autoridades políticas podrían hacer una mejor gestión para que Punta Arenas sea como era antes".
Por su parte, Daniela Bahamondes apuntó hacia el abandono de la juventud: "Tiene que haber más preocupación por parte de las autoridades hacia los jóvenes. Ahora no hay espacios de recreación, y eso también afecta".
Asimismo, Analia Aguayo destacó que la problemática de la seguridad parte también desde la casa: "No todo es culpa de los carabineros. Se necesita abrir más espacios para la juventud y fomentar la prevención desde el hogar".
La sensación de inseguridad no solo pone el foco en las policías, sino también en la necesidad de un trabajo coordinado entre distintas instituciones como SENDA, encargado de la prevención y rehabilitación de consumo de alcohol y drogas, y las autoridades políticas locales.
El consumo de alcohol, en particular, es uno de los principales factores que influyen en las conductas disruptivas y delitos en Magallanes. En Punta Arenas, existen actualmente 503 patentes de alcohol otorgadas a bares, choperías, minimercados y botillerías, una cifra significativa que plantea nuevos desafíos en materia de prevención.
La comunidad espera que se adopten medidas urgentes y efectivas para recuperar la tranquilidad que históricamente caracterizó a esta ciudad austral.