Este martes, los docentes de la Escuela de Cerro Sombrero iniciaron un paro exigiendo mejoras en la infraestructura del establecimiento y otras problemáticas que afectan el normal desarrollo de las clases. La movilización cuenta con el respaldo de los apoderados, quienes también demandan espacios adecuados para la educación de sus hijos.
La directora (s) de la escuela, Karla Hernández, explicó que la paralización se mantendrá hasta que el Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Magallanes visite el recinto y entregue soluciones concretas. "Las demandas de los funcionarios, que también apoyan los apoderados, tienen que ver con problemas de infraestructura, calefacción y la falta de viviendas para contratar nuevos docentes. Esto ha perjudicado el funcionamiento del Programa de Integración Escolar, ya que, al no contar con profesores suficientes, los especialistas del programa han debido realizar reemplazos", explicó Hernández.
El Centro de Padres también ha manifestado su preocupación ante la falta de respuestas por parte del SLEP. “Desde el año pasado nos han prometido reparaciones, pero solo se han hecho parches. Actualmente, hay problemas de calefacción en el área de alimentación, en las oficinas de dirección y secretaría. Además, hay un termo en la sala de calderas que representa un peligro inminente. También enfrentamos dificultades con la conectividad, ya que la antena instalada no ha sido correctamente configurada”, explicó Juan Barría, representante del Centro de Padres.
En tanto, la apoderada Jazna Subiabre alertó sobre la falta de profesionales debido a la carencia de viviendas en la zona. “No hay casas para los funcionarios, lo que impide la contratación de docentes y asistentes de la educación. Esto afecta directamente el funcionamiento del Programa de Integración Escolar (PIE), ya que no se está brindando el apoyo que requieren los niños. Además, en plena etapa de evaluación escolar, no se ha podido concretar el proceso, lo que representa una vulneración al derecho a la educación”, sostuvo Subiabre.
Pese a la paralización de clases, la entrega de alimentación se mantiene, garantizando este derecho para los estudiantes.
Los docentes y apoderados esperan que el SLEP se haga presente en la escuela y entregue respuestas que permitan el regreso a la normalidad.