Punta Arenas. Este 23 de abril, mientras el mundo conmemora los 30 años del Día Mundial del Libro instaurado por la UNESCO, las librerías de la Región de Magallanes se unen bajo un mismo lema: "En el fin del mundo, las librerías se abrazan", reafirmando su compromiso con el fomento lector como una herramienta transformadora para la comunidad.
La fecha elegida rinde homenaje a tres grandes figuras de la literatura universal —Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega—, quienes fallecieron un 23 de abril. Sin embargo, en Magallanes, esta jornada trasciende lo simbólico para convertirse en un verdadero acto cultural colectivo.
"Nuestro verdadero norte no es vender, sino hacer que más personas encuentren ese libro que pueda cambiar sus vidas”, señala Cristián Morales, de Librería Leo el Sur, ubicada en el segundo piso de la Galería Palace. “Una sociedad que lee es más reflexiva, menos violenta, más creativa y menos manipulable”, agrega.
Lo que distingue al ecosistema literario regional es su espíritu colaborativo. Desde Vieja Patagonia, el librero Alejandro Toro afirma: “Cuando un título falta en nuestro stock, simplemente lo buscamos en otras librerías amigas. Porque entendemos que los libros trascienden fronteras y tiempos”.
La misma visión comparte Norma Fariña, de la librería Entrepáginas en la Zona Franca. “En esta era de inmediatez, los libros siguen siendo refugios para el pensamiento profundo. Leer nos hace más empáticos, críticos y conscientes de nuestro lugar en el mundo”, comenta.
Para esta celebración, las librerías de Punta Arenas y otras localidades de la región han preparado actividades especiales, descuentos y encuentros literarios, invitando a la comunidad a redescubrir el placer de leer. Además, se destacará el rol fundamental de las bibliotecas públicas y escolares como aliadas del acceso equitativo a la lectura.
"Aquí no competimos; colaboramos. Cada libro que llega a un nuevo lector es una victoria para toda nuestra cultura regional”, concluye Morales, sintetizando el espíritu comunitario que hace única esta celebración en el extremo sur del continente.