Punta Arenas está experimentando un aumento exponencial en su tasa de motorización, con una tendencia clara: cada vez más familias poseen uno o más vehículos. Si bien esto ha traído comodidad y rapidez en los traslados, también ha generado nuevos desafíos para la ciudad, como la congestión en horas pico y el desorden en el estacionamiento, especialmente cuando no hubo cobro en el centro.
Este fenómeno no es nuevo, pero lo que está llamando la atención de las autoridades municipales es que el ritmo de crecimiento en el número de automóviles podría volverse insostenible. Según indicaron desde la Municipalidad de Punta Arenas, se están planteando medidas que buscan mitigar los efectos de este incremento en el parque automotriz, especialmente en los sectores más congestionados de la ciudad.
La propuesta principal es incentivar el uso de alternativas de transporte más sostenibles. Se desea que aquellos que no necesariamente requieran usar el automóvil comiencen a optar por otras opciones, como caminar, andar en bicicleta o usar scooters, e incluso utilizar más el transporte público. Sin embargo, también es esencial que la infraestructura de la ciudad responda a esta realidad.
Un proyecto clave en este proceso es la construcción de la vía Circunvalación, que conectaría de manera más eficiente diferentes sectores de la ciudad, permitiendo descongestionar las arterias más transitadas. Este esfuerzo se enmarca en una visión a largo plazo que busca mejorar la conectividad vial en general y, con ello, fomentar el uso de otros medios de transporte más ágiles y sostenibles.
Si bien prever cómo será Punta Arenas en los próximos 30 años es difícil, se espera que las medidas actuales permitan un crecimiento más ordenado y una mejora en la conectividad urbana. Las autoridades apuntan a un desarrollo que no solo favorezca a quienes poseen vehículos, sino que también incentive a más personas a utilizar formas alternativas de transporte.
El desafío es claro: mientras el parque vehicular crece, la ciudad debe adaptarse y evolucionar para garantizar un equilibrio entre la comodidad del automóvil y la necesidad de espacios urbanos más funcionales y sostenibles.